miércoles, 7 de marzo de 2007


TITULO: Varias maneras de morir, mas que eso.


En el alto ingenio de los sueños descubrí que cada uno de nosotros, expulsa de forma radical el miedo a la muerte, pero experimenta el acercamiento en esas horas en que los sueños son profundos y metafóricos. Lo bueno que tiene cuando sueñas es que te caes por un barranco infinito y nunca llegas al tope o te introduces por un agujero sin final o luchas contra malos y cuando empiezan a clavarte largas espadas.... no mueres. Te despiertas sobresaltado.

Esta forma de morir incluye en su capa protectora un toque de ridiculmundus. Algo así como alucinaciones graciosas que esconden el miedo.

Pero este terror existe y es tan fuerte que te deja la sustancia una vez despertado y su recuerdo hace que cueste volver a conciliar el sueño quizás por miedo a volver al mismo lugar de antes y comenzar de nuevo la locura...


1.- LA ESPINA

Dolgo slia tenía 20 años cuando al salir de casa cerró la puerta clavándose en el dedo índice una pequeña astilla. A esto nadie le da la menor de las importancias. Él se sobresaltó al sentir un pequeño picor ácido sobre su dedo que fue desvaneciéndose con el paso de breves minutos de paseo.

No se sentía mal pero su mente le trabajaba una idea sobre el cuerpo extraño y la importancia de regresar cuanto antes a casa para sacarlo del dedo.

En su paseo se encontró con varios amigos y en el transcurso de su charla, con estos, el dedo empezaba a imaginarse como, ese cuerpo extraño, comenzaba una guerra a modo de invasor que profetizaba un final no muy interesante. Por tanto el dedo, de manera particular, le mandaba al cerebro de Dolgo inquietantes mensajes para que éste contemplase la posibilidad de alejar a sus contertulios mas lejos y dirigir su vida y su dedo a casa para terminar con la invasión cuanto antes.

Esto hacia que Dolgo moviese insistentemente la mano acariciando con algún otro dedo compañero la superficie dónde se encontraba alejado el enemigo. Una y otra vez hasta mil fueron las pasadas inocuas del dedo “sano” que provocaban una subida de temperatura de la piel aledaña y como respuesta la aparición de sudoración sobre el campo de batalla.

El nerviosismo era inevitable. La espina había entrado como un sin casa y ahora comenzaba a formar barricadas empleando a fondo bacterias y productos químicos derivados del barniz.

Los amigos celulares de la carne del dedo índice empezaban la batalla primera enviando sobre la astilla pulsaciones más severas y rodeando la nueva cavidad con un conjunto de líquidos venenosos para provocar el mayor número de bajas sobre el enemigo por si el dueño del dedo no intentara, por el momento, expulsar al intruso de su nueva posición.

El dedo era el que verdaderamente estaba preocupado, y por ello le preguntaba al cerebro de Dolgo si algún otro de los dedos de la mano tenía las mismas sensaciones o el mismo problema. En un caso así, un problema compartido es medio problema...

Pero su insistencia no encontraba más que silencio en la lejanía. El cerebro que se encontraba haciendo los honores a los amigos de Dolgo en una conversación de esas en las que hay que prestar atención, no podía mantener un segundo frente abierto y se limitaba a confundir las sensaciones que mensaje tras mensaje le mandaba el dedo afectado sobre su problema cada vez mas “problema”.

Lo cierto de esta historia es que el tiempo juega un papel no decisorio pero si de cierta importancia, en la medida que los agentes enemigos comiencen a colonizar los aledaños del hueco generado de forma agresiva por la astilla. ¡Caspita!, No tengo refuerzos que me ayuden, ¡Dios!, Estoy totalmente solo. Ni siquiera mis cuatro compañeros pueden y los otros cinco del sur no han recibido ninguna orden del Cerebro.

Esta guerra es una mierda. ¿Qué importancia tiene mi dedo, si no es más que eso, un dedo? Si tratásemos con al menos con el dedo índice que es el que señala y esto ya es trabajo importante. O si fuera el dedo gordo que nos ayuda a coger aquello que deseamos..., esos si son importantes pero el resto somos como extras interesantes, actores de bulto, igual tambien imprescindibles... 

Y una espina maldita en uno de ellos es un mar en un charco....

El referido dolor empezaba ya a ser molesto, y el dedo seguía en su afán de mandar al cerebro informaciones eléctricas sobre la marcha de la batalla y el número de bajas y solo recibía de algún pequeño órgano de mando unas exclamaciones pulsatorias y pequeños contingentes que no frenaban el avance enemigo y producían nuevas bajas entre la escasa tropa. Era tan importante la conversación de Dolgo con esos dos estirados que hacía caso omiso de lo recibido desde primera línea de fuego.

¡Nos van a crujir, capullo! Y tú de reuniones con los presidentes. Así gobierna uno su cuerpo. Que todo el mundo se exponga y yo de cena...

La referencia del dolor es posible que le llegara a Dolgo en el medio de la conversación y el matiz relacionado tenía dos caras totalmente diferentes.... Mientras en el frente de batalla se luchaba a muerte sin contemplaciones y las bajas ya empezaban a alarmar seriamente entre los contingentes allí reunidos, el alto mando no le daba mas importancia de la correctamente planteada en los ejercicios de simulación sobre una escasa fuerza agresora que deliberadamente era consentida en su tarea de infectar la zona de entrada. Obsea que el alto mando lo consideraba mal menor con escasos daños colaterales.

Que jodienda de daños colaterales, estos, estaban haciendo que el dedo y sus aledaños formaran un frente común por la precaria situación en la que se encontraba y el posicionamiento de la aturdidora información que dejaba la astilla supurando. Mientras una inocua conversación entre dos estirados y Dolgo algo mas nervioso con esta nueva situación,dejaba sin respuesta, peticiones  de ayuda sobre tormentosos instantes de dolor.

Los sindicatos militares habían amenazado al cerebro que si en el transcurso de la tarde el individuo no dejaba la conversación y volvía a casa para proceder a la extracción de la astilla del frente abierto, decidirían abandonar su sistema y se unirían a las bacterias y a los productos derivados del barniz de la madera, para formar un solo frente pero ahora unidos y en contra del individuo Dolgo. 

Esto ya parecía más un golpe de estado que un acto de anarquía provocado por la falta de apoyo desde el alto mando aliado…

Era la hora de la Resistencia, que se había mantenido al margen por la poca potencia que acumulaban sus huestes, sin buena artillería, independientes a cualquier impulso motor, diferentes pero a la vez vulgares sin identificar...

Dolgo empezaba a tener grandes malestares en la zona. Su continuo movimiento sobre el dedo ya denotaba que no estaba a gusto en medio de esa conversación, pero ¿Por qué no hacía algo?, ¿porqué no se marchaba a casa o a un hospital?.

Esa era la gran incógnita.

La Resistencia empezaba a trabajar con los servicios secretos, haciendo espías que marchaban hacia la zona como cohetes y se posicionaban cerca de los despojos de las batallas para y camuflándose de manera perfecta, esperar la orden y salir para hacer su trabajo (cirugía de guerra) ya cuando los de ambos lados estuvieran gastados de tanto luchar y allí entrarían los espías para no dejar títere con cabeza gangrenándolo todo.....



2.-CARNE

Venturiano era un carnicero muy cobarde que contemplaba tácitamente los trozos de carne en los que se convertía normalmente una vaca de matadero. No solamente por ser carnicero sino más bien por vicioso de la sangre era un empedernido seguidor del toro. Y por ello no había corrida aparente a la que no fuese y así vestido con toda su cobardía regalaba a su cerebro sensaciones placebas al ver salir la sangre de las crestas de los toros recibidos por banderillas, picas repetidas y espadas curvadas y con filos de cuchillo de cirujano.

Todo estaba por cambiar y a la vez quedarse como estaba. Y es que a veces la razón y el tiempo se unen para hacer el amor y traen secretos de alcoba traducidos en leyendas.

Venturiano no solamente era un artista de la crítica taurómaca, además y gracias a su gran vocación a la sangre hacía los trabajos gratuitos en la plaza de toros con los animales que una vez sacrificados a golpe de sable pasaban por la zona de despiece.

Allá estaba él con un delantal de cuero negro que daba vida a la vulgaridad de las novelas negras empapadas de sangre, asesinos y muertes desconcertantes.

Con sus cuchillos bien afilados preparados junto con una puntilla para rematar a lo que ya venía muerto.

Una vez y tras el sonido de los cornetines y los aplausos se descubría por la puerta la entrada de las mulillas entre el hedor continuo de las deposiciones de estos equinos que sin vergüenza cagaban sin control por cualquier lado de la entrada. Allá y a espaldas de los muleros venia recibido el toro ya muerto y lo acostaba en medio de la oquedad del lugar el propio Venturiano para hacerle un nudo con una cadena sobre los cuernos ya nada amenazadores.

Una ve terminada la operación y por medio de una trócola comenzar a subir los seiscientos ochenta y siete quilos del astado para desproteger la zona de las tripas y poder hincar el cuchillo carnicero y abrir con contundencia dejando caer al húmedo suelo de cemento tripas, sangre, y corazón, …

2 comentarios:

KaniKo dijo...

muy bueno, javi sigue escribiendo se te da de puta madre.

Lito dijo...

Eres un artista de los pensamientos y conoces muy ben como expresarlos, para que nos lleguen a todos...
¿He dicho artista? Eres un GENIO.
Continúa por favor y haznos soñar.